martes, 24 de julio de 2012

EL LEVÍTICO XV DEVELADO (CAPITULO VIII)

"Cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, contará siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en aguas corrientes, y será limpio".

Ya dijimos que la purificación que tratan los Libros Sagrados se realiza a través  del Fuego Sagrado del Espíritu. Para purificarnos radicalmente el Fuego Sagrado debe penetrar absolutamente nuestro mundo interior, ese mundo interior lo constituyen los "Cuerpos Existenciales Superiores del Ser" o Cuerpos Celestiales; cuando alguien se da el lujo de fabricar estos vehículos, se convierte en un Hombre Real. El Génesis nos declara a través de símbolos que el Hombre Verdadero fue creado en siete días, esos siete días se relacionan con los siete cuerpos del Hombre: Físico, Vital, Astral, Mental, Causal, Búdhíco y Átmico. El "Animal Intelectual" que forma esta raza, no aceptaría el "Septenario del Hombre", ¿por qué? Porque el "Animal Intelectual" sólo posee el Cuerpo Físico Y su fondo tetradímensional Vital; los demás cuerpos todavía no los ha creado. Y si no los ha creado, ¿cómo podría aceptar lo que jamás ha visto? La creación de estos siete vehículos nos purifica totalmente. Pero un Hombre puede ser un Hombre Verdadero y pudo haber caído en la generación animal debido a que fornicó, derramó el semen y para que este Hombre regrese al Seno de su Padre debe volver a levantar el Fuego Sagrado en estos Siete Cuerpos, es decir, levantar el Fuego en cada uno de estos cuerpos; entonces son siete los Fuegos; que hay que levantar, a estos siete Fuegos, el esoterismo egipcio los llamó los "Siete Panes"; en la India, Kundalini.

Develamos lo que dice el Génesis: "En el principio creó los cielos y la tierra". Aquí comienza nuestro trabajo alquímico: Diferenciar la tierra, que es nuestro cuerpo físico, de nuestra psiquis, la parte superior de nosotros, el cielo. Nosotros somos la psiquis que tenemos un cuerpo, no al revés cómo piensan las gentes sensualistas. Hecha esta diferenciación debemos ser conscientes que las tinieblas, que es el "Yo" psicológico, las fracciones de mente inmunda que tenemos campean en uno. Pero, ¿qué tenemos para escapar de esta desgracia? Tenemos el Espíritu Santo de Dios que se mueve sobre la faz de nuestras aguas seminales, este es el Fuego que se encuentra en el "Ens Seminis" del varón Y en las secreciones sexuales de la mujer. Luego, al hacemos conscientes de todo esto surge la Luz que es la Conciencia, que es separada de las tinieblas o Ego animal. Este es el Primer Trabajo, que el Génesis llama el primer día de la creación...


El segundo día de la creación, es el Segundo Trabajo que debemos realizar para convertirnos en Hombres Reales y salir de la inmundicia en que nos encontramos, y. esta labor consiste en separar las aguas de las aguas. Téngase siempre en cuenta que cuando se habla de agua, se está refiriendo el Génesis a esas aguas espermáticas del primer instante, a lo que llama la Alquimia, el "caos metálico"; es claro que con ese esperma, se crea el alma metálica del Mercurio de la filosofía secreta. Hay que separar las aguas de las aguas: las aguas Superiores deben ser separadas de la parte bruta mediante la Transmutación. Son tres tipos de Mercurio: 1°. Mercurio en Bruto o Esperma. 2°. El Alma Metálica del Mercurio, que son las corrientes sexuales seminales ascendiendo por Ida y Pingalá. 3°. Es el Mercurio fecundado por el Azufre, que es el Fuego Sagrado, que viene a subir por la columna espinal hasta el cerebro, con el excedente de ese Tercer Mercurio, se viene a cristalizar en nuestra constitución interior, el Cuerpo Astral (Natural, dirá san Pablo). Mucho más tarde, en una octava superior, se fabrica el Mental (el Espiritual, de san Pablo) y el Causal (Divino, para Pablo de Tarso). Así pues, separar las aguas de las aguas, es indispensable mediante la Transmutación. Ese es el segundo día de la creación del Hombre Interior.

El Tercer Trabajo se refiere a la creación del cuerpo Astral, el cual debe llegar a tener fruto. ¿Cuándo tiene fruto? Cuando ya es un vehículo de oro puro. El Génesis al respecto dice: "Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos, y descúbrase la seca. Y fue así. Y llamó Dios a la seca, tierra y vio Dios que era bueno. Después dijo: Dios: Produzca la Tierra hierba verde, hierba que de semilla; árbol que de fruto, según su género, que su semilla esté en él. Y fue así. Produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla, según su naturaleza y árbol que da fruto, cuya semilla, está en él, según género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana del día tercero".

El Génesis también dice: "Dijo luego Dios: Haya lumbrera en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y noches. Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la piedra". Aquí es cuando ya se viene a crear el vehículo de la mente. Entonces esas señales que se ven arriba: Sol, Luna, Estrellas y toda esa cuestión, es la Sabiduría Hermética; allí donde se encuentra el "Conocimiento Hermético". De manera que resulta muy interesante saber que éste es el Cuarto Trabajo que hay que llevar a cabo para dejar de ser inmundo. Luego en el quinto día de la creación el Génesis nos habla de que las aguas produzcan seres vivientes y aves; y creó Dios todo ser viviente que se mueve, etc., etc., ese fue el quinto día de la creación. Este trabajo corresponde a la creación del Cuerpo Causal. Con este vehículo se convierte uno en dueño de las circunstancias y hasta se tiene la facultad de determinarlas, lo que indica que dejamos de ser máquinas humanas. Con este vehículo nos hacemos dueños de los elementos de la naturaleza, aprendemos a manejar todo aquello que tenga vida, hacemos Señor del fuego, de los aires, de las aguas, de la tierra, aprendemos a manipular los poderes de la naturaleza. Eso solamente es posible trabajando uno sobre sí mismo. Pero como es obvio, antes de intentar manejar los elementos de la naturaleza, tiene uno que manejar los propios, aprender a manejar los elementales atómicos del fuego sexual; no podría uno llegar a manejar los elementos del Universo, si uno no ha manejado sus propios elementales atómicos; todo eso se aprende en el quinto día de la creación.

Y al fin dice el Génesis: "Hagamos al Hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Varón y Hembra los creó ... y los bendijo Dios, y les dijo: Fruc tificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla... De modo que Dios, varón Y hembra los creó, a su imagen y semejanza.

¿Cuándo es que pasa verdaderamente a ser varón y hembra? ¿Cuándo es que se fusionan los principios masculinos y femeninos de la Seidad? Este es el Trabajo del sexto día, que es el Sexto Trabajo en que el Alma Espiritual, lo que los Hombres llaman Budhi, Valkiria, se desposa con el Caballero, con el Alma Humana; esos dos principios se fusionan mediante el fuego, integralmente. Entonces queda el Hombre Andrógino perfecto. Varón y Hembra, con poderes sobre el fuego, sobre los aires, sobre las aguas, sobre la tierra. Es el momento en que se extirpa la inmundicia, pues viene el Séptimo Trabajo, el séptimo día, donde la obra ha quedado consumada ¡Consumatum Est! ¡Todo se ha consumado! Entonces viene la Suprema entrega del Espíritu al Padre. Es aquí donde se cumple: "Sus vestiduras serán lavadas”...




martes, 10 de julio de 2012

EL LEVITICO XV (CAPITULO VII) "La vasija de barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua".

"La vasija de barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua".

La vasija es el símbolo del Yoni femenino, el Kero incaico, o el vaso sagrado, el cáliz del cristianismo esotérico, el vaso ceremonial de todas las teogonías, el Vaso del Hermes, símbolo viviente y filosofal del Eterno Femenino, tenido como sagrado en todas las Escuelas de Regeneración. El vaso tiene un significado profundo, representa el órgano sexual femenino. Obviamente, los Misterios del Lingam-Yoni fueron muy sagrados en Grecia, Egipto, India, Persia, etc. Es muy interesante que en vasos de alabastros depositaban las vísceras de los difuntos que momificaban, como diciendo: "Mediante el Vaso Hermético (la matriz de una mujer) aguardamos retornes, que regreses, que reencarnes más tarde, te esperamos". Por esta razón vemos vasos entre los Mayas, Incas, Muiscas, Tayronas, Quimbayas, Calimas, Sinúes, etc., etc. Cualquier forma de vaso, vasija, jarra, etc., tiene como significado la copa de Salomón, el Santo Grial, el Gomor, el Arca de la Alianza. En Egipto hay muchos vasos de alabastro donde se colocaban las vísceras de los difuntos que eran momificados.

La vasija es el Útero de la mujer del Adepto de la Alquimia Sexual, donde este realiza las transformaciones de la materia prima, el "Ens Serninis", en energía creadora que es el Alma Metálica del Esperma Sagrado. Es por tal motivo que los filósofos Herméticos denominaron a la fémina adorada, el "Atanor' del Laboratorium Oratorium de los Sabios. Existen tradiciones muy respetables que nos hablan acerca del Vaso Hermético, sagrado, tan sublime como la del Santo Grial, el Yoni femenino, la Copa, los órganos sexuales de la mujer.

Nuestro Director General, V. M. Samael Aun Weor, nos cuenta la historia del Santo Grial: "El gran cáliz estuvo en poder de Abraham, se nos informa que Melchisedee, el Genio de la Tierra o Changam, como también se le llama, lo llevó del país de Semiramis a la tierra fecunda de Chanáan; esto sucedió en aquella época en que nuestro regente planetario empezó algunas fundaciones en el bendito lugar donde más tarde estuvo Jerusalén, la ciudad querida de los profetas. Antiguas tradiciones que se pierden en la noche de los siglos afirman que Melchisedec lo utilizó litúrgicamente cuando celebró el sacrificio en que ofreció el pan y el vino de la Transubstanciación en presencia de Abraham y que se lo dejó a ese Patriarca".

"Algunas leyendas viejísimas aseguran enfáticamente que ese Vaso Divinal estuvo en el Arca de Noé. No está de más asegurar, que esta venerable reliquia fue llevada a Egipto y que Moisés la poseyó. Estaba hecho de una materia muy singular, compacta como la de una campana y francamente no tenía el aspecto de haber sido trabajada como los metales más bien parecía ser el producto de una especie de vegetación. La reina de Saba, sometió al rey de Salomón a muchas pruebas, antes de hacerle depositario de tan sublime reliquia"

"El Gran Kabir Jesús el Cristo, la tuvo en su poder cuando celebró la última cena, yen tal Vaso bebió el vino de la Transmutación de la Santa Eucarstía. El Senador José de Arimatea, al pie de la cruz en el calvario, recogió en esa copa, las gotas purpurinas de sangre que manaban de las heridas del adorable. El precio de su sagrado celo resultó muy caró, pues al negarse aquel varón a entregar a la policía romana el Vaso Sacrosanto y la Lanza de Longibus, fue entonces hecho preso. Muchos años después, José de Arimatea, ya libre, portando las Santas Reliquias, se fue a Roma en busca de cristianos, mas viendo las persecuciones que allí existían, continúo su camino por las regiones del Mediterráneo".

"Dicen las Escrituras antiguas, que una noche en sueños fue visitado el viejo senador por un ángel que le dijo: "Ese vaso tiene un poder magnético muy grande pues en él está contenida la sangre del Redentor del mundo, entiérralo allá". José de Arimatea concluyó su terrible misión guardándolo en tal templo esas arcaicas reliquias. Lo que sucedió después, los Iniciados lo saben; hoy el Castillo de Monsalvat, en el cual está el templo y parte de la montaña de Monsalvat, entraron en "Estado de Jinas", se ocultaron de la vista de los profanos. Así que, la vagina en la cual se eyacula el semen, es decir, se fornica, queda inmunda, y para que ésta quede purificada, deberá lavarse con aguas; esto significa que la mujer para limpiar su templo debe transmutar sus secreciones sexuales en energía creadora.



jueves, 5 de julio de 2012

EL LEVÍTICO XV (CAPITULO VI)


"Y toda montura sobre la que cabalgue el que tuviere flujo será inmundo. Quien tocase cualquier cosa que haya estado debajo de él será inmundo hasta la noche; y el que la llevare, lavará sus vestidos; y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche”.

Montura es un término que el Diccionario Manual Sopena define como cabalgadura (bestia en que se cabalga). Como bien sabemos las Escrituras Sagradas no las podemos tomar a la letra muerta porque entonces no entenderíamos nada, quedaríamos en ayunas. Miremos ahora esto esotéricamente, o sea, desde la óptica psicológica, observe usted ¿cuál es la cabalgadura donde usted va? incuestionablemente, la mente y su corazón, esto constituye nuestra psiquis, nuestra manera de pensar y sentir. Observemos qué clase de mente nos arrastra en el campo de nuestra triste vida. La mente está íntimamente relacionada con la sexualidad, y es imposible estudiar la mente, sin estudiar el problema sexual; existen millones de sectas religiosas: cristianas, budhistas, sintoístas o creencias, logias, escuelas, etc., pero nada exaltado hay en ellas, nada trascendental han conseguido debido a que todas esos pobres seres fornican incesantemente, y así pierdan el tiempo miserablemente. Es imposible poder transformar la mente, mientras estamos fornicando. Hay que dejar la fornicación para transformar nuestra mente.

Si eliminamos el vicio de la fornicación practicando el Suprasexo, la Entidad Seminal se transforma en energía, y esa energía contiene átomos transformativos de altísimo voltaje que al ascender por los cordones espermáticos conocidos con los nombres sánscritos de "Ida" y "Píngala", llegan al cerebro y llenan a la mente para transformarla. El Hombre verdadero no es la mente. El Hombre Real es nuestro Padre que está en secreto. El hombre que se identifica con la mente cae en el abismo. La mente nuestra es el burro en que debemos montar para entrar a la ciudad santa de Jerusalén de nuestro mundo interior donde moran las partes autónomas de nuestro Real Ser; pero debido a la fornicación la mente es hoy una cabalgadura inmunda. Hay necesidad de la más perfecta Suprasexualidad para hacer de ella un vehículo eficiente y cabal. La guarida de todos nuestros deseos, está en la mente. Aquellas personas que se sienten incapaces de acabar con la fornicación, deben comenzar a practicar el Suprasexo, así el lobo horrible de la pasión camal, saldrá de la guarida de la mente. Cuando la mente, se transforma totalmente, entonces se convierte en un vehículo espléndido y maravilloso, con el cual podemos estudiar todos los secretos del Universo. La mente del fornicario está fraccionada Y una mente así no le puede servir a nuestro Padre que está en secreto, no puede servirle de instrumento al Ser, y nos convierte en un sujeto ciego : clavo de las pasiones y de las percepciones sensoriales del mundo exterior. e mente, debido a la fornicación, no le sirve a nuestro Padre que está en secreto, entonces le sirve a toda esa legión de demonios como la ira, orgullo, pereza, gula, envidia, codicia, pereza, etc., etc., que fueron originados por la fornicación en tiempos arcaicos.

Todo fornicario ante el Ser es un pobre miserable y cuitado, su corazón es un tumulto en el interior. Sólo el corazón tranquilo del no fornicario está cargado de legítima felicidad. No sería posible lograr la paz del corazón tranquilo, en tanto exista dentro de nosotros el Ego animal que se satisface eyaculando el semen. Al "Yo" de la fornicación hay que eliminarlo y sacudirlo como langosta. ¡Qué débiles son aquellos que llevan en su interior bien vivo el "Yo" que gusta eyacular el semen! La gran aniquilación de la fornicación es urgente, inaplazable e impostergable cuando queremos reconciliarnos con nuestro Ser interior profundo. En nuestro Cristo Intimo está cifrada toda nuestra esperanza para dejar de delinquir; sólo el Cristo íntimo puedo reivindicamos y salvamos. Obra grande la del Cristo íntimo trabajando en nosotros mismos y dentro de nosotros mismos, con inmenso sacrificio. La doctrina que enseña o permite que sus adherentes derramen el "Ens Seminis" es una doctrina falsa. El Sacerdote, Pastor, Gurú, etc., que enseña a sus discípulos a eyacular el "Ens Seminis", no es un Sacerdote, Pastor o Gurú idóneo en el saber de las Sagradas Escrituras; son los ciegos que guían a ciegos, gentes equivocados. Estos sujetos parecen seguirles el juego a los fanáticos Judíos cuando ellos en un texto: "Somos el pueblo elegido por Dios", dicen: “…les hemos tergiversado el sentido real de los mandamientos. Así, hemos confundido y cambiado la fornicación por el adulterio. Pues bien, nosotros los judíos sabemos que por medio de la fornicación esas bestias cristianas nacen, crecen y se reproducen, envejecen y mueren. Y nosotros les hacemos toda clase de diversión carnal, precisamente para que se degeneran como burros de reproducción".

Y continúan diciendo: "El acto sexual de esas bestias cristianas es más denigrante que el de los animales propiamente dichos. Ningún animal macho vuelve a cubrir a su hembra cuando ésta se encuentra en estado de preñez, pero las bestias hombres cubren a sus otras bestias mujeres cada vez y cuando les da la gana y no les importa el estado de salud (preñez), etc., de esas pobres bestias".

"Esto nos permite a nosotros, los judíos ser sus amos y reyes. Ellos están ciegamente obedeciendo a nuestro Dios de las tinieblas Javeh, porque realmente Javeh es el rey del mundo, del oro y del poder material del planeta tierra, sin embargo, los imbéciles, cristianos bien pueden resistir a creer esta aseveración, pero respondemos: ¿Qué jerarca en el campo espiritual y divino haría y permitiría que sus creyentes hagan guerras, hagan armas para matar al prójimo, roben, maten y sistemáticamente a todo líder político o espiritual?... "

Obviamente, los versículos bíblicos especifican aquí en el Levítico XV la necesidad de no eyacular el "Ens Seminis" para lograr nuestra purificación dentro de nosotros  mismos, aquí y ahora. Ciertamente, la Biblia no es un libro para leer mecánicamente, sino para estudiar y meditar profundamente durante toda la vida. El no fornicar de la solución al arrepentimiento de nosotros. Ahora comprenderá usted amble lector (a), porque el Gnosticismo nos dice que todo lo que no sea por la vía sexual es perder el tiempo miserablemente, esto nos da autoridad para afirmar en forma enfática que el verdadero arrepentimiento del alma tiene fundamento sexual. Así pues, la cabalgadura de cada ente humano, que es la mente, es inmunda por la fornicación.   




domingo, 1 de julio de 2012

EL LEVÍTICO XV (CAPITULO V)

"Así mismo el que tocare el cuerpo del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche y si el que tiene flujo escupiese sobre el limpio, éste lavará sus vestidos, y después de haberse lavado con agua será inmundo hasta la noche".

El versículo 7 del texto nos dice "el que tocare el cuerpo del que tiene flujo", aquí tenemos en cuenta la palabra "tocar"; los libros sagrados, entre estos la Biblia, utilizan esta palabra como sinónima de "unión sexual", así tenemos frases como estas: "No había tocado mujer", ''tocó a su esposa", etc. El Levítico XV nos manifiesta que el que "tocare" el cuerpo de un fornicario será inmundo, esto nos indica la tremenda magnitud del delito de fornicar, quiere decir que si un fornicario se une carnalmente con una mujer no sólo será inmundo el fornicario sino la mujer con la que fornica; esto también debemos verlo a la inversa, o sea, si un varón "tocare", o tuviera unión carnal con una mujer, y si ésta llegara al orgasmo, su marido, su amante, en fin, el que tuviera unión sexual con ella, ese varón será inmundo y deberá purificar sus vestidos, sus "Cuerpos Psicológicos". Así pues, la fornicación nos convierte en unos transgresores, impíos, pero la Suprasexualidad, la no eyaculación del semen, será nuestra resistencia, nuestra esperanza, nuestra fortaleza y realidad para dar cumplimiento a ese mandato Jehovístico: No fornicarás.

Aquel que no fornica sabe muy bien que esa es la orden para todo el que anhele seguir por la Senda Cristica hacia el Padre que está en secreto. Por voluntad de Jehová Dios debemos dejar de fornicar. Jamás podemos olvidar esa gran Ley. Obviamente, y así está escrito, las cosas del espíritu son locuras para las bestias humanas fornicarias que sólo ven en el sexo una fuente de placer pasionario, animalesco. En verdad, muchas veces el alma desmaya, pero si no fornicamos, ni "tocamos" o no nos unimos a una persona fornicaria, nos fortificamos, saldremos victoriosos. Cuando fornicamos, cuando nos pervertirnos, el Padre se aleja de nosotros, y cuando Él se aleja de uno, caemos en desgracia. Pero Él no se ausentará si permanecemos fieles a la Ordenanza del Señor Jehová. Así nunca caeremos en miseria pues somos asistidos por el Padre. Miserable es el hijo malvado que fornica, a ese, más le valiera no haber nacido, mejor le valdría colgarse una piedra de molino al cuello y arrojarse al fondo del mar. ¡Ay de aquel que se aleja del Padre! El enemigo de la noche, la fornicación, habla maldad contra nuestro Padre; ella espera por nuestra alma, ella aconseja contra nuestra alma ¡Ay de aquel que pierde el alma! La tenebrosa fornicación que dentro de nosotros mora, exclama: "Dios lo ha abandonado. Persigámosle y apoderémonos de él, pues no hay quien lo salve". Nuestro Padre Interior, si no fornicamos, puede auxiliamos. Caro lector (a) que la vergüenza, la desgracia y la destrucción sean para el Ego animal que nos lleva a la fornicación.

El versículo 8 se refiere a "escupir sobre el impío fornicario. "Escupir" alegoriza "hablar", "platicar", es tanta la abominación del fornicario, que Jehová Dios presenta que aquel que habla cosas sagradas, divinas con el que tenga emisión seminal, también eso se convertirá inmundicia. En realidad de verdad, la fornicación es la que ha originado a esta humanidad sus descalabros y su desorden, originando una obra adulterada, que incuestionablemente ha quedado fuera del ámbito divinal, aunque en ella haya quedado atrapada nuestra Conciencia, la Esencia, el Buddhata, el material psíquico de la humana criatura, de tal forma que cualquier impulso hacia nuestro Padre que está en secreto, sin dejar el delito de la fornicación, nos desvía hacia el Ego animal y aquí se fragua todo nuestro mundo de amarguras. La caída de nosotros en la fornicación hace dieciocho millones de años ha ocasionado que el material psíquico, la Esencia o Conciencia, haya quedado enterrada entre el Ego, como en una tumba, como castigo de este imperdonable error. Todo esto ha sido exhaustivamente estudiado por los filósofos antiguos, tales como Filolao, el Pitagórico (siglo Vade C), por Platón, por la Doctrina de los Órficos, etc. La defensa y alabanza a la fornicación como lo hacen los falsos apóstoles de esta Edad Negra, prohibida por Jehová Dios, es paranoia e idolatría de la peor especie, pues ella constituye en sí y por sí mismo la Herejía de la Separatividad, condenándonos a la "Involución sumergida del Infrarnundo".

Ningún ser humano sincero podría tomar el sendero de la Salvación si no com­prendiese previamente el delito abyecto de la fornicación. El camino de la Salvación queda expedito cuando abandonamos el estólido vicio de la eyaculación seminal. Quie­nes jamás transmutan el Esperma sagrado en energía creadora con la clave "Conexión Lingam- Yoni sin eyacular el semen" no lograrán escaparse de las fuerzas siniestras del Ego animal. Derramar el semen equivale a escupir toda la baba difamatoria contra el Dios "In Abscondito" de cada uno de nos, debido a que el poder creador de nuestro Lo­goi Interior para darle forma a los Cuerpos Celestiales o Psicológicos: Astral, Mental y Causal, está en los órganos creadores y esta capacidad se destruye por medio de la fornicación. No perdamos de vista jamás, si en realidad pretendemos dejar la eyacula­ción seminal, que la energía sexual, en última síntesis viene de la Luz de Luces, que es precisamente el Cristo Intimo de cada ser humano, o sea, que en el "Jesucristo Interior" de cada uno de nosotros resplandece maravillosa la energía creadora y cuando herimos de muerte el Ego de la fornicación, transmutamos, como dicen los Alquimistas o Adep­tos del Arte Hermético, el plomo en oro...






miércoles, 27 de junio de 2012

LEVÍTICO XV ( CAPITULO IV)

"Quien tuviere flujo de semen será inmundo hasta la noche".

Aquí está la clave correcta para practicar positivamente la Suprasexualidad, pues ésta se realiza durante las horas de la noche, porque la luz solar impide toda creación de vida. Observemos a las aves, ellas protegen sus huevos de la luz solar; nuestros órganos sexuales están arreglados para que en la oscuridad se geste la nueva criatura humana, etc., etc., lo mismo ocurre con el Suprasexo, si con esta práctica vamos a crear al Hombre Real, entonces esta creación se llevará cabo alejada de la luz solar; esto quiere decir que la no fornicación debe practicarse durante las horas de la noche, y hasta que llegue ese momento seremos inmundos.

Lamentablemente, para esta pobre humanidad doliente, sus dirigentes religiosos hablan de amor, de santidad, de respeto, de Dios, de Cristo, de los capítulos y versículos de los Libros Sagrados, pero no condenan la fornicación, o mejor, ¡ay del que se pronuncie en contra de la inmunda fornicación! Inmediatamente es considerado como hereje, un demonio, un ser satánico, enemigo del "creced y multiplicaos", ordenanza que solamente se le dio a "Adán Solus", o sea, cuando Eva aún no existía. Así son los Tántricos Negros, los fornicarios irredentos, aquellos que no quieren dejar el vicio de la fornicación, sino que inducen a la gente mediante sus Biblias adulteradas a que cometan esa violación .. Usted, amable lector (a), ¿cuándo ha conocido un hombre santo o un Hombre Sagrado que sea coitoso, que haya llevado una vida de fornicación y adulterio? O en otros términos: ¿qué sea un inmundo eyaculador? Usemos el Suprasexo para terminar con ese vicio mortal. En el Viejo Egipto, el Suprasexo era simbolizado con el gato, pues él es un animal que copula de noche.



martes, 26 de junio de 2012

EL LEVÍTICO XV (CAPITULO III)


"Toda cama en que se acostare el que tuviese flujo seminal, será inmunda; y toda cosa sobre la que se sentare, inmunda será. Y cualquiera que tocare su cama lavará sus vestidos; se llevará también a sí mismo con aguas; y será inmundo hasta la noche. Y el que tiene flujo seminal, lavará sus vestidos, se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche". 

La cama se relaciona con el lecho matrimonial o cámara nupcial; Pablo de Tarso  nos dice que el matrimonio perfecto es aquel que se realiza en un lecho sin mácula y sin mancilla, porque en él no hay fornicación, o sea, en esa unión sexual no existe flujo seminal, eyaculación del semen por parte del varón y en la mujer no hay pérdida de sus secreciones sexuales pues no llega al orgasmo; también se habla de lechos de placeres, de prostitución, ese es el lecho del que nos habla el Levítico XV cuando la pareja al realizar la cópula derrama su simiente, esa es la cama inmunda del que tiene emisión seminal. Ahora bien, si tiene emisión seminal hace el lecho inmundo y toda cosa sobre la que se sentare también será inmunda, entonces, ¿cuál será el procedimiento para tener un lecho impoluto, sin ningún tipo de manchas que guarda la ordenanza del Señor Jehová? En un texto Tántrico de la India dice: "Con la eyaculación seminal, se pierden trillonadas de átomos solares y así nuestros órganos genitales recogen en su remplazo átomos lunares de los infiernos atómicos del hombre, los cuales se absorben dentro del cuerpo Astral para darle a éste la apariencia de Satán". Parece increíble que miles de miembros de sectas se declaren enemigos de las doctrinas religiosas indostánicas tántricas, por el hecho de mencionar la palabra Tantrismo, pero practican el Tantrismo Negro, que es una corriente contraria al Tantrismo Blanco, donde se realiza la conexión sexual sin eyaculación seminal. Los que practican el Tantrismo Negro se hunden dentro de los propios infiernos atómicos del hombre.

Para comprender este asunto hemos de conocer que las glándulas sexuales no son cápsulas cerradas, ellas excretan hormonas y también incretan hormonas. Los Tántricos Negros de ciertas sectas falaces aprovechan que la gran mayoría de la humanidad, inconsciente de esto, utilizan las hormonas de increción sexual para despertar facultades tenebrosas, entre otros, ponen el intelecto al servicio del mal, obligan a su grey a seguir el camino del fanatismo religioso, a vivir una fe sin obras, antropomorfizan al Cristo, a Dios, etc., etc., etc., así es como se preparan para entrar a la "Muerte Segunda". Los que siguen la senda del Tantrismo Negro odian la no-fornicación, la Ordenanza del Señor Jehová: "No tener emisión seminal", porque esa es la puerta del Edén, y a ellos no les gusta el Edén; y se olvidan de lo que nos dice el Señor: "Porfiad a entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar, y no entrarán". Los Tántricos Negros llevan escrito: "Misterio, Babilonia la Grande, la Madre de las fornicaciones y de las abominaciones de la tierra"; esta clase de Tántricos se revuelcan en lecho de inmundicia, de pestilencia, pues sus fornicaciones hacen de su carne y toda cosa que tocan, abominable.

El texto bíblico también trata de que la inmundicia del fornicario es tal que con cualquier mujer que eyacule el semen, sea la esposa, la amante de ocasión, con la prostituta, etc., el lecho es inmundo, y lavará sus vestidos. ¿A qué vestidos se refiere el Levítico XV? Obviamente no se está refiriendo a la vestidura física, a la "muda de ropa", sino a los Cuerpos Psicológicos que Pablo de Tarso llamó Cuerpos Celestiales: el Natural, el Espiritual y el Divino, con esos vehículos internos que hemos de fabricar, precisamente, con la energía sexual mediante procedimiento que enseña la Alquimia Sexual: "Conexión del Lingam-Yoní sin eyacular el "Ens Seminis", se logra el Nacimiento Segundo, del cual trató Jesús de Nazareth al Rabí Nicodemo. En esa época era un secreto y se entregaba en claves, mitos, parábolas, etc.; por eso el Maestro de Maestro lo dijo así: "En verdad te digo que el que no naciere del agua y del espíritu no podrá entrar en el reino de los cielos". En esta especie de acertijo está la clave de la Transmutación Sexual. Si apelamos al espíritu de la doctrina cristiana como es la Kábala Judía, vemos que el "agua" es el "Ens Seminís", y el "espíritu" es el "fuego sagrado"; es esta la clave cristiana para alcanzar el Nacimiento Segundo, que no es otra cosa que la fabricación de los Cuerpos Celestiales de Pablo de Tarso, que el Gnosticismo Universal denomina "Cuerpos Existenciales Superiores del Ser": Astral, Mental y Causal. Estas son las vestiduras de los cuales tratan todos los Libros Sagrados. Estas son las vestiduras de luz que son elaboradas para pasar del estado "animal intelectual" a Hombre. Esto significa que el "animal intelectual" es aquel que no ha fabricado estos cuerpos; y el auténtico Hombre es quien posee estos vehículos.

Pero sucede que cuando un Hombre eyacula el semen esos vestidos, por decirlo así, se marchitan, se enmugran, pues les toma el "Yo" psicológico, se apodera de ellos, los "apolilla"; y para quitamos esta lepra psicológica necesitamos apelar a la Transmutación Sexual, quiere decir, que para regenerar estos Cuerpos Celestiales, debemos utilizar el mismo procedimiento con el cual los fabricamos, así es como, un Hombre al caer en la generación animal al practicar la clave de la Alquimia Sexual lavará sus vestiduras. El texto dice que se "lavará a sí mismo con agua". Según esto, el agua que se utiliza, debe ser un agua purificadora; lo que nos quiere decir, que esta agua es como un fuego, o que contiene fuego, pues el fuego es el único elemento que nos puede purificar. El fuego siempre representa a Dios; incluso, Cristo es el "Dios del Fuego" de los griegos; esto nos invita a reflexionar sobre estas cuatro letras INRI colocadas en la Cruz del mártir del Gólgota que significan: "Ignis Natura Renovatur Integram" "El Fuego renueva incesantemente a la naturaleza". Así pues, el agua purificadora para lavar nuestros vestidos por sí mismo, contiene en sí a Dios, que es fuego; así lo dice Pablo: ''Nuestro Dios es un fuego devorador". Esa agua es el "En Seminís" y dentro de él está el Fuego, o sea, Dios, lo repetimos hasta la saciedad.

¿Cómo podemos explicar esto? La energía creadora, esa que está contenida en el esperma del varón y en las secreciones sexuales de la mujer, en última síntesis viene del Logos. Esa energía desciende a través de los Siete Centros Magnéticos de nuestro Universo Interior; desciende esa poderosa energía de centro en centro, y por último cristaliza en nuestras glándulas endocrinas sexuales, subyace en el esperma, subyace en las secreciones sexuales de la mujer, etc. Esa energía es fuego sexual, pero algunas Teogonías le llaman "Espíritu Santo"; "Fuego del Amor", y otros, simplemente la veneran, porque allí se encuentra Dios. El Mahabharata, un libro Sagrado de la India, dice: "El Dios del fuego está escondido en el agua"; esto quiere decir, que el fuego sagrado está contenido en el "Ens Seminis" que son las aguas de la vida. Por eso el Levítico XV nos indica que debemos lavarnos con agua, con las "aguas de vida", que contienen el purificador. A ningún sensato se le ocurriría que se trata del elemento incoloro, insaboro, insípido, inodoro, cuya fórmula química es H20. Además, podemos echamos encima toda el agua que contiene nuestro planeta para purificamos el alma de la fornicación, mas ella no sufrirá ningún ápice de limpieza.

La Alquimia Sexual nos habla de esta agua de una forma vedada, por ejemplo, el símbolo de la "calabaza de los peregrinos". Dicen los alquimistas que en esa calabaza está la bebida secreta, el "agua bendita" que le llaman Mercurio, y que según ellos, basta por sí sola para realizar la Gran Obra del Padre que está en secreto. Ese Mercurio es nuestro "Ens Seminis", denominado también entre ellos "peregrino" o "viajero". Recuerde ahora, caro lector Ca), "las conchas" de Santiago, el apóstol, llamadas también "benditeras", porque en ellas se conserva el "agua bendita", calificación que el cristianismo primitivo da al agua mercurial, o sea, al "Ens Seminis". Igualmente, tenían otros símbolos que representaban que esa "agua mercurial" o esperma sagrado nos regenera absolutamente, que es imposible enumerarlos cabalmente; pero detengámonos un poco en ese que dice: "La muerte del anciano da nacimiento al niño y asegura su vitalidad", o aquel otro, que es considerado necesario para alcanzar la meta: "Matar al vivo a fin de resucitar al muerto"; que se refiere a la substancia en bruto, el esperma que yace en las gónadas, pero no eyaculándola sino transformándola en energía creadora a fin que nos limpie esa "agua sagrada" de toda clase de inmundicia, en este caso de fornicaciones. Tal es la naturaleza del Matrimonio Perfecto de la pareja divina que se ama y se une con la finalidad única de lavarse de pecados o abominaciones. Nuestra energía creadora también era conocida en los primeros siglos de la Era Cristiana como el "Cordero de Dios que quita los pecados de nuestro mundo psicológico o interior". Así que el "Ens Seminis", nuestras aguas de vida seminal, es el agente de transformaciones maravillosas que nos lleva de las tinieblas a la luz, de la inmundicia a la purificación, de la mortalidad a la inmortalidad. El símbolo que utilizaron algunos cristianos de la Edad Media para indicar que se habían purificado de su inmundicia era el de la Virgen Celeste llevando una corona de rosas blancas; en Egipto, en la época de los faraones, se representaba con la túnica blanca del Dios Ibis de Thot.

La Biblia cristiana como todos los Libros Sagrados están en contra de la fornicación, mas, sin embargo, millones de miembros de las sectas pseudo-religiosas alaban la fornicación y prácticamente se declaran enemigos de las Ordenanzas del Señor Jehová.. El Génesis Hebraico refuta a esta gente diciendo: "De todo árbol del huerto comerás.

Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieréis, morirás" (Génesis 2: 17). Es decir, Jehová está en contra de la eyaculación seminal, y millones de miembros de las sectas pseudo-místicas, etc., están a favor de la fornicación. Precisamente, si no hubiera sido por ese falso concepto que tienen de la sexualidad los fornicarios irredentos, jamás se hubiera cometido el crimen de tornamos en unos inmundos por haber eyaculado el semen. La fornicación es la causa de habemos salido del estado paradisíaco que hace dieciocho millones de años perdimos. La astucia de los Tántricos Negros y su deseo de hacer prosélitos para la "Muerte Segunda", no ha descansado desde el pasado hasta nuestros días.

En la no fornicación o en la no eyaculación del esperma sagrado está la redención del ser humano, pero hay que ponemos en guardia contra miles y miles de falsos profetas, apóstoles, líderes, pastores, sacerdotes, ellos nos invitan a fornicar, Y así de equivocados, nos alejan del real camino que nos conduce al Padre que está en secreto. Recordemos que esa fuerza sexual pura, sagrada, haciendo las veces de Cristo en la Tierra Santa fue contundente al manifestar: "Yo soy la vida, el camino y la verdad. Sólo por mí se llega al Padre". Esas gentes miserables tal vez ignoran que en toda semilla vegetal, animal o humana, está encerrada la esencia del Cristo. La semilla humana es el semen, Y por ello, los primeros cristianos tenían conocimiento de causa al comprender que el semen es la sustancia del Cristo en el ser humano.




lunes, 4 de junio de 2012

EL LEVÍTICO XV (CAPITULO 2)

"y este será su inmundicia en su flujo; sea que su cuerpo destile a causa de su flujo, o que deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo".

El Levítico XV nos habla que no sólo es inmundo el varón que derrama el Semen, sino también aquel que lo retiene. ¿Cómo se puede explicar este mandato del Señor Jehová? Resulta que la energía sexual cristaliza en las glándulas endocrinas sexuales, y subyace en el esperma, y en las secreciones sexuales de la mujer, etc. Obviamente, tal energía, si continúa en su proceso de descenso, origina toda clase de criaturas vivientes. Es claro que el esperma se utiliza para la reproducción de la raza o no se utiliza. Ahora bien, en el versículo 3 del Levítico 15, nos encontramos ante un planteamiento básico, importantísimo. Si no se utiliza el esperma para la reproducción de la raza, si únicamente se practica la abstención, el celibato forzado y nada más, entonces ese esperma involucionará, y en la mujer, las secreciones sexuales involucio­narán, esto es, lo que decimos del varón se aplica también a la mujer. La involución de las secreciones sexuales crea grasa en los cuerpos, en algunos individuos y en otros se convierte en algo diferente: origina gentes de tipo, dijéramos, flacas, raquíticas y llenas de granos, manchas en la piel.

Ahora, desde el punto de vista psicológico, ese esperma y las secreciones sexua­les de la mujer involucionan, dando doble aspecto a la idiosincrasia personal, se con­vierte por una parte en fanatismo extremo, y por otra, en cinismo experto en alto grado. Como ejemplo podemos observar a los monjes medievales, los grandes inquisidores, abstemios, célibes; personas con un cuerpo fisico gordo, llenos de grasa, verdaderos cerdos; y otros flacos, enjutos, con la piel llena de granos, feos, horribles; después que quemaban a algunas víctimas en la hoguera, o que las torturaban, se les veía el cinismo, en sus ojos brillaba el fanatismo. En ellos encontramos por una parte, el fanatismo llevado al máximo y por otra parte, un cinismo desconcertante. Se encogían de hombros después de quemar una criatura inocente, daban justificaciones verdaderamente cíni­cas, etc. Así pues, la involución del esperma, la involución de las secreciones sexuales en la mujer, realmente no es algo plausible. El esperma debe continuar su camino para la reproducción animal, o lo transmutamos en energía creadora para regenerarnos.

Los estudiosos del cristianismo han llegado a la síntesis de que el fundamento de éste se encuentra exclusivamente en la unión sexual entre varón y mujer en el "matri­monio y lecho sin mancilla". El matrimonio de hombre y mujer era la piedra base del cristianismo primitivo, en el cual debe entrar el sacerdote, el obispo, el diácono y todo aquel que anhelaba ser cristiano auténtico. Toda iglesia, escuela, secta, orden, etc., que prohíbe el matrimonio es condenada por Pablo de Tarso, cuando dice: "Pero el espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad" (1 Timoteo 4: 1-3). Entiéndase que se refiere aquí a "doctrinas" que prohibirán el matrimonio "en los postreros tiempos" y como quiera que éstos han llegado y en ellos estamos, la tal iglesia que prohíbe el matrimonio, es contemporánea a nosotros. ¿Cuál es la Iglesia que prohíbe el matrimonio en sacerdocio, obispado y papado? El mismo Pablo es contrario a ésto, confirmando claramente que: "Palabra fiel: si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codi­cioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro, que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, pues si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? (1 Timoteo 3: 1-5)

"Los diáconos serán maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y su casa (1 Timoteo 3: 27). En la edición italiana "La Sacra Biblia" (Edición oficial de la CEI, de 1979), dice en la primera Epístola a Tito, 1: 5-6, lo siguiente: "Por esto te ha dejado en Creta para que regularas lo que queda por hacer y para que estable­cieses en cada ciudad, según las instrucciones que te ha dado: El candidato debe ser irreprensible, casado una sola vez, con hijos creyentes y que no puedan ser acusados de disolución o sean subordinados". Ahora, según el diccionario de la "Real Academia Española", Presbítero, es "Clérigo ordenado de misa, o sacerdote". Con la cual se com­prueba que el sacerdote que oficia en el altar debe ser casado. Muchas iglesias por esta época decadente, son apóstatas, pues prohíben el matrimonio y ordenan el celibato, la retención del semen, prohibido por el Levítico XV. Pablo de Tarso, de ninguna manera estaba de acuerdo con la retención del semen, o solteria, que en el fondo es escabrosa y antinatural. Al respecto, él enfatizó diciendo: "¿No tenemos derecho de traer con nosotros, una hermana por mujer como también los otros apóstoles y los hermanos del Señor, y Cefas?". (l Corintio 9: 5)

Ahora, en algunos casos, Pablo de Tarso "aconsejaba" el no tocar mujer debido a las fornicaciones, adulterios y profanación de este sublime y el más grande de los sacramentos, como lo es el matrimonio, cuando dice: "En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer ... " (l Corintio 7: 1). Pero esto lo decía "Por vía de concesión, no por mandamiento". Mas, ¿Qué fue lo que le escribieron a Pablo para contestar de esta manera? Un poco más atrás, en el capítulo 5, dice: "De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación (eyaculación seminal), y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre". Lo que quiere decir que quien se case para seguir fornicando y adulte­rando, mejor es que se quede sin casarse. Pero el que se case, para vivir o ser como si fuera soltero, como es el copular con su cónyuge y no eyacular, éste cumplirá con las ordenanzas del Señor Jehová. La apostasía, pues, de algunas iglesias es prohibir el matrimonio y que sus diáconos practiquen la soltería, la retención del semen, violando el mandamiento de Jehová Dios.

En Gnosis se conoce aquella tradición de la Kábala Judía que dice que Adán tenía dos esposas: Lilit y Nahemah. y dice que Lilit es la madre de los abortos, ho­mosexualismo y en general, de toda clase de crímenes contra natura. Nahemah es la madre de la belleza maligna, de la pasión animal y del adulterio. Lilit y Nahemah constituyen los dos grandes grupos donde reina soberana la Infrasexualidad. Lilit es la esfera Infrasexual donde viven aquellos que odian el sexo, monjes Y anacoretas, predicadores de sectas de tipo pseudo-esotérico, pseudo-yoguines que aborrecen el sexo, monjes, etc., etc. Todas estas gentes son Infrasexuales, son gentes que tienen una gran marcada tendencia de ser afines con los homosexuales. El célibe Infrasexual se considera a sí mismo como gente de tipo inmensamente superior a las personas nor­males, sexualmente. El célibe pseudo-religioso, aquel que retiene el semen, violando la Ley Jehovística, mira con desprecio a las personas de sexo normal, considerándolas inferiores. Son los célibes pseudo-místicos los que han establecido firmemente todos los tabúes y restricciones, todos los prejuicios que actualmente condicionan la vida de las personas de sexo normal.


Cuando a estos célibes Infrasexuales se les señala lo que enseña el Levítico XV, ya sea que prohíbe la eyaculación seminal o la retención del semen, entonces ellos se defienden mostrando una Biblia adulterada, criminalmente falsificada, y luego cuando se les pide que consulten un libro fidedigno, entonces reaccionan furibundos, llenos de ira, con intenciones de asesinar. Esos que proclaman que el sexo es vulgar, y que va en contravía con el desarrollo anímico y espiritual del hombre son unos auténticos degenerados Infrasexuales. Lo más grave es que se sienten super trascendidos, y llegan a seducir a sus secuaces. En nuestra misión de elivulgación de la Enseñanza Gnóstica hemos tenido oportunidad de estudiar a los Infrasexuales, a esos célibes que se sienten Mahatrnas, Dioses, y cosas por el estilo, y que luego declaran: "Ustedes, los Gnósti­cos, sois egoístas porque a todas horas estáis pensando únicamente en vuestra fuerza sexual"; "Sois unos fanáticos del sexo"; "La no eyaculación que ustedes pregonan es puramente imposible", "El sexo es muy grosero, yo soy espiritualista y aborrezco todo lo que sea materialista y grotesco"; "El sexo es inmundo"; "Existen muchos caminos para llegar a Dios"; "Yo vivo únicamente para Dios y no me interesan esas porque­rías del sexo"; "Yo sigo la castidad (se refieren a la retención del semen, y eso no es castidad auténtica) y aborrezco el sexo", etc., etc. Este es precisamente el lenguaje de los célibes Infrasexuales: siempre autosuficientes; siempre con el orgullo de sentirse superiores a las personas de sexualidad normal. Una mujer Infrasexual que odiaba al marido, nos dijo: "Yo, esa unión sexual de conectar el órgano viril dentro de la vulva como ustedes enseñan, sólo la practicaría con mi "gurú", Esta frase la dijo en presen­cia de su marido. Aquella mujer no tenía relación sexual con el marido dizque porque odiaba el sexo; sin embargo, aceptaba practicar el Infrasexo, o sea el adulterio, con su "gurú". Ella tenia afinidad con el "gurú", porque también éste era InfrasexuaI.