jueves, 5 de julio de 2012

EL LEVÍTICO XV (CAPITULO VI)


"Y toda montura sobre la que cabalgue el que tuviere flujo será inmundo. Quien tocase cualquier cosa que haya estado debajo de él será inmundo hasta la noche; y el que la llevare, lavará sus vestidos; y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche”.

Montura es un término que el Diccionario Manual Sopena define como cabalgadura (bestia en que se cabalga). Como bien sabemos las Escrituras Sagradas no las podemos tomar a la letra muerta porque entonces no entenderíamos nada, quedaríamos en ayunas. Miremos ahora esto esotéricamente, o sea, desde la óptica psicológica, observe usted ¿cuál es la cabalgadura donde usted va? incuestionablemente, la mente y su corazón, esto constituye nuestra psiquis, nuestra manera de pensar y sentir. Observemos qué clase de mente nos arrastra en el campo de nuestra triste vida. La mente está íntimamente relacionada con la sexualidad, y es imposible estudiar la mente, sin estudiar el problema sexual; existen millones de sectas religiosas: cristianas, budhistas, sintoístas o creencias, logias, escuelas, etc., pero nada exaltado hay en ellas, nada trascendental han conseguido debido a que todas esos pobres seres fornican incesantemente, y así pierdan el tiempo miserablemente. Es imposible poder transformar la mente, mientras estamos fornicando. Hay que dejar la fornicación para transformar nuestra mente.

Si eliminamos el vicio de la fornicación practicando el Suprasexo, la Entidad Seminal se transforma en energía, y esa energía contiene átomos transformativos de altísimo voltaje que al ascender por los cordones espermáticos conocidos con los nombres sánscritos de "Ida" y "Píngala", llegan al cerebro y llenan a la mente para transformarla. El Hombre verdadero no es la mente. El Hombre Real es nuestro Padre que está en secreto. El hombre que se identifica con la mente cae en el abismo. La mente nuestra es el burro en que debemos montar para entrar a la ciudad santa de Jerusalén de nuestro mundo interior donde moran las partes autónomas de nuestro Real Ser; pero debido a la fornicación la mente es hoy una cabalgadura inmunda. Hay necesidad de la más perfecta Suprasexualidad para hacer de ella un vehículo eficiente y cabal. La guarida de todos nuestros deseos, está en la mente. Aquellas personas que se sienten incapaces de acabar con la fornicación, deben comenzar a practicar el Suprasexo, así el lobo horrible de la pasión camal, saldrá de la guarida de la mente. Cuando la mente, se transforma totalmente, entonces se convierte en un vehículo espléndido y maravilloso, con el cual podemos estudiar todos los secretos del Universo. La mente del fornicario está fraccionada Y una mente así no le puede servir a nuestro Padre que está en secreto, no puede servirle de instrumento al Ser, y nos convierte en un sujeto ciego : clavo de las pasiones y de las percepciones sensoriales del mundo exterior. e mente, debido a la fornicación, no le sirve a nuestro Padre que está en secreto, entonces le sirve a toda esa legión de demonios como la ira, orgullo, pereza, gula, envidia, codicia, pereza, etc., etc., que fueron originados por la fornicación en tiempos arcaicos.

Todo fornicario ante el Ser es un pobre miserable y cuitado, su corazón es un tumulto en el interior. Sólo el corazón tranquilo del no fornicario está cargado de legítima felicidad. No sería posible lograr la paz del corazón tranquilo, en tanto exista dentro de nosotros el Ego animal que se satisface eyaculando el semen. Al "Yo" de la fornicación hay que eliminarlo y sacudirlo como langosta. ¡Qué débiles son aquellos que llevan en su interior bien vivo el "Yo" que gusta eyacular el semen! La gran aniquilación de la fornicación es urgente, inaplazable e impostergable cuando queremos reconciliarnos con nuestro Ser interior profundo. En nuestro Cristo Intimo está cifrada toda nuestra esperanza para dejar de delinquir; sólo el Cristo íntimo puedo reivindicamos y salvamos. Obra grande la del Cristo íntimo trabajando en nosotros mismos y dentro de nosotros mismos, con inmenso sacrificio. La doctrina que enseña o permite que sus adherentes derramen el "Ens Seminis" es una doctrina falsa. El Sacerdote, Pastor, Gurú, etc., que enseña a sus discípulos a eyacular el "Ens Seminis", no es un Sacerdote, Pastor o Gurú idóneo en el saber de las Sagradas Escrituras; son los ciegos que guían a ciegos, gentes equivocados. Estos sujetos parecen seguirles el juego a los fanáticos Judíos cuando ellos en un texto: "Somos el pueblo elegido por Dios", dicen: “…les hemos tergiversado el sentido real de los mandamientos. Así, hemos confundido y cambiado la fornicación por el adulterio. Pues bien, nosotros los judíos sabemos que por medio de la fornicación esas bestias cristianas nacen, crecen y se reproducen, envejecen y mueren. Y nosotros les hacemos toda clase de diversión carnal, precisamente para que se degeneran como burros de reproducción".

Y continúan diciendo: "El acto sexual de esas bestias cristianas es más denigrante que el de los animales propiamente dichos. Ningún animal macho vuelve a cubrir a su hembra cuando ésta se encuentra en estado de preñez, pero las bestias hombres cubren a sus otras bestias mujeres cada vez y cuando les da la gana y no les importa el estado de salud (preñez), etc., de esas pobres bestias".

"Esto nos permite a nosotros, los judíos ser sus amos y reyes. Ellos están ciegamente obedeciendo a nuestro Dios de las tinieblas Javeh, porque realmente Javeh es el rey del mundo, del oro y del poder material del planeta tierra, sin embargo, los imbéciles, cristianos bien pueden resistir a creer esta aseveración, pero respondemos: ¿Qué jerarca en el campo espiritual y divino haría y permitiría que sus creyentes hagan guerras, hagan armas para matar al prójimo, roben, maten y sistemáticamente a todo líder político o espiritual?... "

Obviamente, los versículos bíblicos especifican aquí en el Levítico XV la necesidad de no eyacular el "Ens Seminis" para lograr nuestra purificación dentro de nosotros  mismos, aquí y ahora. Ciertamente, la Biblia no es un libro para leer mecánicamente, sino para estudiar y meditar profundamente durante toda la vida. El no fornicar de la solución al arrepentimiento de nosotros. Ahora comprenderá usted amble lector (a), porque el Gnosticismo nos dice que todo lo que no sea por la vía sexual es perder el tiempo miserablemente, esto nos da autoridad para afirmar en forma enfática que el verdadero arrepentimiento del alma tiene fundamento sexual. Así pues, la cabalgadura de cada ente humano, que es la mente, es inmunda por la fornicación.   




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